martes, 14 de enero de 2014

Crónica de un viaje a La Habana, Cuba (parte 3)

Por Abel Álvarez conductor Multimedios-Milenio Televisión.

Eran pasadas las nueve de la noche en mi casa del municipio de Nueva Paz, ubicado ahora en la recién creada provincia Mayabeque, antes La Habana ; nos sentamos a degustar el exquisito manjar que mi madre había preparado para darnos la bienvenida después de un viaje de varias horas en aeropuertos mexicanos. 

Encima de la mesa estaban listas las fuentes con frijoles negros, carne de cerdo asada en cazuela, arroz blanco, plátanos maduros fritos, yuca con mojo (vinagreta cubana), -que no puede faltar en las fechas de fin de año- y ensalada de estación con aguacate, pepino y tomate. Poco a poco fuimos devorando y celebrando cada platillo, mi madre sonreía orgullosa de su buena sazón en cada comentario. Para los amigos de México la comida en la isla es bien intensa en sabores. Al terminar, una buena sobremesa para ponernos al día de los últimos meses antes de ir a dormir.

En la mañana decidimos regresarnos a La Habana, 71 kilómetros de regreso a la capital de Cuba, quedaba menos para el estreno mundial del documental "Humberto", teníamos que ultimar los detalles de la presentación en el Multicine Infanta del barrio de Centro Habana.

Entre reuniones, almuerzos y encuentros con amigos iban pasando las horas. Uno de los amigos que viajó a La Habana para la ocasión fue Julioeloy Mesa diseñador gráfico del documental y de grandes filmes cubanos, hacía 20 años que no regresaba al país. Su reencuentro con la ciudad, conocidos, amistades y familiares fue emotivo, sentimientos del presente que se entrecruzaban con el pasado para dejarle el sabor agridulce de lo que ya no está o no existe.

Ya eran las 2:00 PM, del 7 de diciembre de 2013, faltaba menos para el estreno. Los amigos de Campeche y Monterrey, México; Madrid, España; París, Francia; Austin, USA; Santiago de Cuba y La Habana, Cuba; se iban incorporando al evento. A medida que se acercaba la hora de la proyección (3:00 PM) el público se fue haciendo presente en las afueras del cine, cinéfilos, amantes de la obra de Solás, su familia, staff, actores, colaboradores y personas deseosas todas de ver el tan anunciado filme. 

Poco a poco fueron entrando, había que subir hasta el tercer piso del edificio cinematográfico, allí estaba la sala. Al llegar cada quien buscaba la butaca exacta donde pudiera estar cómodo, de pronto se detiene el flujo de la gente, habían detenido el paso de los que querían ver la película, ya no había cupo, se habían agotado los espacios libres. La sala 3 del recinto no fue suficiente, una buena cantidad de público no pudo entrar a la primera presentación de “Humberto” en el marco de la edición 35 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Muchas interrogantes entre los que se dieron cita allí y no pudieron pasar: ¿Por qué solo esa sala? ¿Habilitarán otra para poder ver el documental? ¿Donde más se presentará? Una fila gigantesca quedó en espera, doblaba la calle.

Se cerró la puerta de la sala, comenzó la presentación de cada uno de los integrantes del equipo que allí estaba. El destacado crítico de cine cubano Luciano Castillo nombró a cada uno de los que participamos en esta aventura de cuatro años donde entrevistamos a los principales actores, actrices y técnicos que laboraron con Humberto Solás, ícono del cine cubano e hispanoamericano. Al igual que él, en su momento con su cine, Carlos Barba Salva nos convocó a todos para colaborar en el proyecto que ya vería la luz en La Habana de Humberto. 

Todos aplauden al equipo, al final del discurso de presentación se apaga la luz de la sala. Entre risas, llantos y recuerdos nos entregamos a cada imagen, a cada testimonio sincero que nos develaba lo vivido en la realización de cada largometraje de ficción hecho por el cineasta Solás. Aunque había visto más de una vez el documental siempre me desborda la emoción. Después de casi dos horas de proyección y durante los créditos de la cinta el público se puso de pie y aplaudió, por espacios de 5 minutos o quizás más, mientras leían atentamente cada nombre en la pantalla como agradecimiento al testimonio fílmico presentado. 

Al final las fotos con el joven realizador Barba y los comentarios de todos allí que no se hicieron esperar: “Un documental sincero, fuerte y sin concesiones, que no solo habla de la historia cinematográfica de Humberto Solás sino del cine cubano y de Cuba en sus últimos 55 años”. 

Y entre flashes de cámaras, abrazos, besos para Carlos Barba Salva y el equipo, desde mi posición, no muy lejos del realizador, veo un rostro entrado en años, pero aun bello, que se le acerca, la reconozco, es la gran actriz alemana Hanna Schygulla, musa de Rainer Werner Fassbinder quien apenas había llegado a La Habana para presentar en el mismo festival una de sus obras junto a la actriz cubana Alicia Bustamante quien fuera entrevistada en su momento para el documental. Allí estaba Hanna quién aun cansada por su viaje desde París no quiso perderse lo que acababa de suceder, entre el bullicio y los saludos observo que ambas actrices se abren paso para llegar a Barba. Alicia presenta Hanna, ella se acerca al joven realizador: “he descubierto a Humberto, visitaré sus películas”. La conmoción no se hizo esperar entre los que rodeaban a los protagonistas de ese momento tras esa declaración de una de las divas mundiales del séptimo arte.

Después de terminada la proyección todos con la energía de un estreno salimos a la calle, éramos veintidós amigos reunidos que nos dirigimos a un restaurante para celebrar el momento. Caminamos unas tres cuadras para llegar al barrio del Vedado.  Entre cervezas Cristal (producto cubano) y jugos para otros, brindamos por el éxito. Nos dio las tres de la madrugada, había que guardar energías para el día siguiente.   (...cont)