jueves, 2 de enero de 2014

Crónica de un viaje a La Habana, Cuba (parte 2)

Por Abel Álvarez conductor Multimedios-Milenio Televisión.

Día cálido, como siempre en Cuba, las gentes abarrotan la salida del aeropuerto, rostros que buscan a sus familias o amigos que llegan de cada destino del mundo. Intento salir con mis maletas, cinco en total, buscando entre la gente la salida para tomar el auto que me llevará a casa, a pesar de todo, el aeropuerto de La Habana, es uno de los pocos en el mundo que te deja salir hasta el estacionamiento con el famoso carrito de las terminales aéreas tan cotizados y deseados en Aeropuertos como el de la Ciudad de México.

Entre personas que caminan de un lado a otro o sentadas en los bordes del piso, autos estacionados, policías que intentan controlar el tránsito en una estrecha calle y a la "caza" de algún infractor llega mi auto de alquiler, pero no puede estacionarse, no hay lugar, tiene que seguir y dar la vuelta, otra vez, por el estacionamiento para así evitar una multa. Lo sigo con la vista hasta que vuelve al lugar donde estoy, humos de autos antiguos de los cincuenta, sesenta, y hasta modernos, que contaminan el entorno. Por fin llega.

En dos días será la presentación en La Habana del documental sobre el cineasta Humberto Solás, en este proyecto trabajé como director de producción junto a Carlos Barba Salva quién nos estaba esperando allí. Veníamos también en este vuelo el dueño de la productora regiomontana “LaCasaDePiedra” que colaboró en el montaje de la película. 

El auto de alquiler que fue a recogernos es de los años cincuenta, pero bien conservado, y antes de iniciar viaje cambiamos de terminal ya que recibiríamos a unos amigos de Campeche, México, que llegaban para el estreno mundial del documental.

Para estos amigos era su primer viaje internacional, quisieron acompañarnos en este momento tan importante. Ahora  nosotros esperábamos por alguien que llegaba. Entre las personas que salían en una terminal 3 con polvo de construcción y hacinados todos en las afueras, llegan las caras conocidas, nos saludamos, bromeamos con su visita a Cuba e iniciamos el viaje al centro de La Habana.

Dejamos al amigo y propietario de la productora en su hotel en el barrio del Vedado y salimos rumbo a mi casa, tendríamos que recorrer 70 kilómetros fuera de la capital para el reencuentro familiar y después de unos meses degustar la comida de mi madre. Ya eran más de las 6:00 PM y mientras transitábamos la autopista nacional nos pusimos al día en lo que faltaba para el estreno, los pósters que había que colocar en los cines, la entrevistas para los periódicos, en radio y televisión nacional. Por fin llegamos al municipio Nueva Paz. (...cont)